Tendinitis del tendón de Aquiles
Escrito por nuestro Equipo de Profesionales Médicos
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Resumen
La tendinitis de Aquiles o tendinitis Aquílea es un problema inflamatorio que afecta al tendón de Aquiles, un tendón grande que une el músculo de la pantorrilla con el hueso del talón del pie. Esta tendinitis tiende a aparecer en atletas, especialmente entre los 30 y 50 años. La tendinitis de Aquiles suele diagnosticarse sobre la base de los síntomas y de un examen físico del tobillo y el tendón. Las personas que tienen tendinitis de Aquiles deben tomar un descanso de 2 a 4 semanas de la actividad de física vigorosa (especialmente actividades como correr y saltar). La fisioterapia, incluyendo elongamientos y ejercicios de fortalecimiento, pueden mejorar el proceso de recuperación. La mayoría de las personas se recuperan de la tendinitis de Aquiles sin quedar con consecuencias duraderas.
Riesgos
El de Aquiles es un tendón grande y grueso que une el músculo de la pantorrilla con el hueso del talón del pie. Este tendón soporta el peso del cuerpo cuando se empuja con los dedos de los pies al caminar o correr. La tendinitis de Aquiles se presenta cuando el tendón se inflama o daña como consecuencia de la actividad excesiva. Lo más común es que aparezca en personas que hacen ejercicio con regularidad o que aumentaron recientemente la cantidad de actividad física que practican. Tiende a presentarse con más frecuencia entre las edades de 30 y 50. Algunos antibióticos pueden aumentar el riesgo de que aparezca esta tendinitis.
Síntomas
El síntoma más común de la tendinitis de Aquiles es el dolor en la parte posterior del pie y del talón al mover el tobillo. Esto empeora especialmente cuando se coloca el pie en punta o cuando se empuja usando los dedos. Es posible que se sienta que el tobillo está rígido y que no se mueva con tanta facilidad como de costumbre. Algunas personas pueden oír un crujido débil al poner su pie en punta. Con el paso del tiempo, es posible que el tendón comience a sentirse más grueso, más duro o con bultos al tacto.
Diagnóstico
La tendinitis de Aquiles suele diagnosticarse sobre la base de los síntomas y del examen físico del tobillo y el tendón. No suelen necesitarse más estudios. Sin embargo, podrían realizarse radiografías o ecografías para descartar problemas similares, como un desgarro de tendón.
Tratamiento
Las personas que tienen tendinitis de Aquiles deben tomar un descanso de 2 a 4 semanas de la actividad de física vigorosa (especialmente actividades como correr y saltar). Aplicar compresas de hielo y calmantes simples para el dolor, como ibuprofeno, pueden ayudar a aliviar el dolor.
Prevención
Tomar el cuidado de estirar todos los músculos antes de hacer ejercicio, aumentar gradualmente la duración de la actividad y volver a la calma (enfriarse) adecuadamente son todas medidas que pueden ayudar a prevenir este problema. Si se presenta una lesión o dolor, es recomendable comenzar el reposo apenas producido el problema para prevenir que se agrave. Las personas que corren con regularidad pueden beneficiarse si buscan el consejo de un especialista para elegir el calzado adecuado.
Pronóstico
La mayoría de las personas se recuperan de la tendinitis de Aquiles sin quedar con consecuencias duraderas. Algunas personas pueden notar que los síntomas persisten y que esto les causa rigidez articular constante.
Otras denominaciones
- inflamación del tendón de Aquiles