Enfermedad de Lyme localizada temprana
Escrito por nuestro Equipo de Profesionales Médicos
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Resumen
La enfermedad de Lyme, también conocida como borreliosis de Lyme, es una condición causada por una infección con la bacteria Borrelia burgdorferi. Esta bacteria se propaga por las picaduras de garrapatas, por lo que las personas que trabajan al aire libre o que pasan tiempo en zonas forestales tienen mayor probabilidad de resultar afectadas. Los síntomas típicos incluyen un sarpullido en forma de diana (círculos concéntricos), fiebre, dolor de cabeza, fatiga y dolor en las articulaciones. Esta condición médica puede tratarse con antibióticos y la mayoría de las personas se recuperan bien.
Riesgos
La enfermedad de Lyme es causada por una bacteria llamada Borrelia burgdorferi. Esta bacteria se propaga por las picaduras de garrapatas que viven en zonas forestales y rurales a lo largo de Europa y América del Norte. Esta afección no se contagia de persona en persona. Las personas que trabajan al aire libre o que pasan tiempo en bosques o brezales son las más comúnmente afectadas. Si bien cualquiera puede contraer esta condición médica, tiende a ser un poco más común en niños y adultos mayores y es más frecuente al final de la primavera, principios del verano y otoño. Inicialmente, la enfermedad de Lyme tiende a provocar síntomas en un lugar del cuerpo y se conoce como enfermedad de Lyme localizada. Luego se propaga lentamente por el resto del cuerpo y en esa etapa se le llama enfermedad diseminada de Lyme.
Síntomas
Los síntomas iniciales de la enfermedad de Lyme se parecen a los de la gripe, con fiebre, escalofríos, cansancio, dolores musculares y en las articulaciones y un sarpullido en forma de diana (círculos concéntricos). Los síntomas más tardíos pueden variar de una persona a otra, pero incluyen dolor e inflamación de las articulaciones, adormecimiento, debilidad de los músculos faciales, problemas de memoria, dificultad para respirar y dolores de cabeza.
Diagnóstico
El diagnóstico suele basarse en dos aspectos: la aparición de un sarpullido en forma de diana (círculos concéntricos) y el antecedente de viajes o actividades en zonas donde hay garrapatas (por ejemplo, trabajos o viajes a zonas forestales de América del Norte). Por lo general no se realizan otros estudios, aunque un análisis de sangre puede ayudar a confirmar el diagnóstico en casos en los que el diagnóstico no esté claro.
Tratamiento
La enfermedad de Lyme se trata con antibióticos. Los analgésicos simples, como el paracetamol o el ibuprofeno, pueden ayudar a aliviar los dolores en los músculos y las articulaciones.
Prevención
Para prevenir esta condición es importante evitar picaduras de garrapatas con repelente de insectos y ropa protectora, particularmente en zonas conocidas por presentar enfermedad de Lyme. Actualmente, no hay vacuna disponible.
Pronóstico
La enfermedad de Lyme puede curarse con antibióticos, pero si no se diagnostica y se trata en forma temprana, pueden desarrollarse complicaciones tales como parálisis en los músculos faciales, daño a los nervios, problemas de memoria y dolor. Algunas personas desarrollan insuficiencia cardíaca o inflamación de las membranas alrededor del cerebro (meningitis) o notan que sus síntomas persisten durante más de seis meses, incluso luego de que la infección sea tratada.