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Conjuntivitis bacteriana

Escrito por nuestro Equipo de Profesionales Médicos

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¿Qué es la conjuntivitis bacteriana?

La conjuntivitis bacteriana es una infección de la capa exterior del ojo. Puede presentarse a cualquier edad, pero es más frecuente en niños que en adultos. La conjuntivitis bacteriana es muy contagiosa, por lo que es importante evitar su propagación.

Los principales síntomas incluyen:

  • enrojecimiento del ojo,
  • supuración espesa del ojo,
  • sensación de ardor, picazón y dolor en el ojo afectado,
  • los párpados pueden estar hinchados y pegajosos

Normalmente se necesita tratamiento con antibióticos para eliminar la infección y prevenir el contagio a familiares y otras personas cercanas. La mayoría de las personas se recuperan bien, aunque los recién nacidos y las personas con infecciones graves tienen riesgo de presentar complicaciones por conjuntivitis bacteriana.

Otras denominaciones: Conjuntivitis causada por una infección bacteriana en los ojos.

¿Cuáles son los riesgos de una conjuntivitis bacteriana?

La conjuntivitis bacteriana ocurre cuando se infecta la capa fina exterior del ojo. Estas bacterias suelen transmitirse de persona a persona, pero también pueden provenir de una infección del oído o la garganta. Aunque no es común, es posible contraer conjuntivitis bacteriana como consecuencia de una infección bacteriana de transmisión sexual (ITS).

La conjuntivitis bacteriana puede ser muy contagiosa y se recomienda tener cuidado de no transmitir la infección a los familiares. Los niños tienden a contraer conjuntivitis bacteriana con más frecuencia que los adultos.

¿Cuáles son los síntomas de la conjuntivitis?

Los síntomas típicos incluyen:

  • enrojecimiento del ojo,
  • supuración espesa y amarillenta del ojo,
  • sensación de ardor, picazón o dolor en el ojo afectado,
  • la conjuntivitis suele comenzar en un ojo y propagarse al otro, infectando ambos.

Es posible que los párpados estén pegados por la mañana, y que necesiten ser lavados con suavidad para quitar la costra formada por la supuración acumulada durante la noche. También puede aparecer hinchazón del párpado y de los ganglios linfáticos alrededor de la oreja.

Diagnóstico de la conjuntivitis bacteriana

El diagnóstico se basa en el aspecto del ojo y la presencia de otros síntomas. Los recién nacidos que tienen conjuntivitis bacteriana están en riesgo de presentar complicaciones y puede que necesiten un tratamiento diferente, por lo que se recomienda que siempre se examinen en consulta médica.

En el caso de los recién nacidos, y en otros casos graves, se tomará una muestra de pus del ojo para identificar la bacteria que está causando la infección, con el fin de poder recetar antibióticos específicos contra esa bacteria.

¿Cuál es el tratamiento para la conjuntivitis bacteriana?

Aunque la conjuntivitis bacteriana puede desaparecer sin tratamiento, se suelen recetar gotas antibióticas para tratar la infección y prevenir su contagio. Las gotas para los ojos que no contienen medicamentos pueden usarse para ayudar a aliviar cualquier sensación de aspereza o dolor en el ojo. Si se forma una costra pegajosa en las pestañas, se puede limpiar lavándola suavemente con agua tibia.

¿Cómo se puede prevenir la conjuntivitis?

Evitar el contacto con ojos de personas que tienen conjuntivitis bacteriana, así como no compartir toallas o ropa de cama, y mantener una buena higiene - como el lavado regular de las manos - puede ayudar a prevenir algunos casos. Las personas que tienen esta condición deben permanecer en casa y evitar asistir a la guardería, la escuela o el trabajo hasta que el ojo deje de supurar. Las personas que usan lentes de contacto no deben colocarlos mientras tienen conjuntivitis bacteriana, y deben usar lentes nuevos cuando la infección desaparezca.

¿Cuál es el pronóstico de la conjuntivitis?

La conjuntivitis bacteriana suele durar 1 a 2 semanas, y puede desaparecer sola o con el uso de antibióticos. Las personas que tienen conjuntivitis bacteriana de leve a moderada no suelen presentar complicaciones ni consecuencias duraderas. Las personas que tienen una conjuntivitis bacteriana grave o difícil de tratar pueden presentar daño del ojo, o la infección se puede propagar a otras partes del cuerpo, aunque esto es poco frecuente.

La conjuntivitis bacteriana en recién nacidos se puede propagar y causar complicaciones, como daño ocular, por lo que un recién nacido con conjuntivitis siempre debe ser examinado en una consulta médica.


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