Cáncer colorrectal
Escrito por nuestro Equipo de Profesionales Médicos
Actualizado el
Resumen
El cáncer colorrectal, o cáncer de intestino, es el cáncer más común del tracto digestivo. Se origina en el colon (intestino grueso) o el recto (porción final del intestino grueso). La mayoría de los casos de cáncer colorrectal se diagnostican en adultos mayores de 60 años. Casi todos los casos comienzan como tumores benignos (no cancerosos) que avanzan lentamente hasta volverse cáncer colorrectal. Estos pólipos se pueden encontrar prematuramente mediante estudios periódicos de detección. Aunque las personas con cáncer colorrectal pueden no presentar síntomas, algunas experimentan dolor abdominal, sangre en las heces (materia fecal), un cambio en los hábitos de movimiento intestinal y pérdida de peso. El diagnóstico y el tratamiento tempranos son importantes para tener las mejores probabilidades de sobrevivir al cáncer de intestino.
Riesgos
El cáncer colorrectal se desarrolla cuando un grupo de células en el colon o el recto crecen descontroladamente. Estas células destruyen las células normales a su alrededor y pueden propagarse a otros tejidos y órganos. El cáncer colorrectal es un cáncer común y afecta en su mayoría a personas mayores de 60 años. Otros factores de riesgo para el desarrollo del cáncer colorrectal incluyen un familiar que ya haya tenido cáncer colorrectal, ser obeso, comer carnes rojas habitualmente y consumir poca fibra, diabetes tipo 2 y antecedentes de enfermedad intestinal inflamatoria (enfermedad de Crohn o colitis ulcerativa). Algunos trastornos genéticos poco comunes también aumentan el riesgo de cáncer colorrectal.
Síntomas
Los síntomas de cáncer colorrectal pueden envolver un cambio en los hábitos intestinales, dolor en el bajo abdomen, sangre en las heces (materia fecal), pérdida de peso inesperada y una sensación de cansancio y dificultad para realizar las tareas de todos los días. Muchas personas con cáncer colorrectal no tienen síntomas en las etapas tempranas, por lo que es importante realizar consultas de control y realizar estudios de detección aunque no se tengan síntomas.
Diagnóstico
El diagnóstico de cáncer colorrectal puede ser hecho cuando una persona presenta síntomas sospechosos o durante un estudio de detección en una persona sin síntomas. Los estudios para detectar cáncer colorrectal incluyen un análisis de materia fecal (heces) en busca de pequeñas cantidades de sangre (llamada prueba de sangre oculta en heces), o una colonoscopia (introducción de una cámara a través del ano para mirar el intestino). La colonoscopia además permite tomar muestras para hacer más estudios si se encuentra un tumor. También puede hacerse una tomografía computarizada (TAC) para determinar la etapa del cáncer.
Tratamiento
El tratamiento del cáncer colorrectal depende del tamaño del cáncer, el tipo exacto de cáncer y de si se ha propagado o no. La combinación de estos factores determina el estadio (etapa) del cáncer. Dependiendo del estadio, el cáncer colorrectal puede tratarse con radioterapia, cirugía y quimioterapia o con una combinación de estas. Los médicos serán quienes aconsejen el mejor tratamiento. Las personas que han tenido cáncer de intestino pueden encontrar alivio participando de un grupo de apoyo o de un programa de orientación, especialmente durante el tratamiento.
Prevención
Los exámenes de detección son importantes para evitar que el cáncer colorrectal se diagnostique en las etapas más avanzadas. Las personas que tienen un familiar con cáncer colorrectal deben preguntar en una consulta médica acerca sobre los exámenes de detección de cáncer de intestinos dado que, en algunos casos, es recomendable que estas personas se los hagan a una edad más temprana. Reducir el consumo de carnes rojas y aumentar el consumo de fibra en la dieta puede ayudar a prevenir algunos casos de cáncer colorrectal. Bajar de peso, dejar de fumar y reducir el consumo de alcohol también podría ayudar a prevenir el cáncer colorrectal.
Pronóstico
El resultado del tratamiento tras un diagnóstico de cáncer colorrectal depende de la etapa del cáncer y de la respuesta al tratamiento. El diagnóstico en etapas tempranas se asocia con una probabilidad más alta de curarse.