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Lesión térmica

Escrito por nuestro Equipo de Profesionales Médicos

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Resumen

La lesión térmica, también conocida como quemaduras, es una de las lesiones más comunes en el hogar, en su mayoría provocada por líquidos calientes o fuego. Pueden ser emergencias leves o que pongan en riesgo la vida, dependiendo del porcentaje de superficie quemada en el cuerpo. El tratamiento depende de la gravedad de la lesión y las posibles complicaciones. Varía desde un tratamiento menor de la herida a un tratamiento en una unidad especial de quemaduras, incluyendo medicamentos, apósitos o cirugía. La recuperación después de una quemadura pequeña y superficial suele ser buena. Cuanto más profunda es la quemadura, más probabilidades hay de que haya cicatrices. Las quemaduras que cubren extensas zonas del cuerpo tienen perspectivas menos alentadoras.

Riesgos

Una quemadura térmica es una lesión en la piel causada por calor. La gravedad de las quemaduras se clasifica según la profundidad y la extensión de la zona quemada del cuerpo. Las causas comunes son fuego, líquidos calientes (especialmente en los niños), radiación y luz ultravioleta (como la luz del sol o camas solares). Las lesiones térmicas pueden afectar a cualquiera, pero tienen a afectar a los niños y las personas mayores más comúnmente que a los adolescentes y adultos. Las lesiones térmicas se producen normalmente por un accidente, pero también pueden ser una señal de abuso.

Síntomas

Los síntomas y el aspecto de una quemadura dependen del grado de la quemadura, que se caracteriza por la profundidad de la piel afectada. Hay tres grados diferentes. La quemadura de primer grado, o superficial, causa hinchazón, dolor y piel roja que no se ampolla. Las quemaduras de segundo grado producen ampollas y la piel debajo de la ampolla puede estar levemente adormecida. Las quemaduras de tercer grado hacen que la piel se vuelva negra o blanca y suelen no ser dolorosas debido al daño nervioso.

Diagnóstico

El diagnóstico se realiza basándose en los síntomas y examinando la piel quemada.

Tratamiento

El tratamiento depende del grado y de la extensión de las lesiones. En primer lugar, la persona debe alejarse de la fuente de calor. Las quemaduras pequeñas de primero o segundo grado pueden refrescarse debajo del agua corriente durante algunos minutos. Las personas que sufren quemaduras más extensas y graves deben recibir tratamiento en un servicio de emergencias y unidades especiales de asistencia al quemado. El tratamiento de emergencia involucra administrar líquidos, mantener a la persona abrigada y prevenir infecciones. Una vez que el peligro inmediato pasó, la persona afectada puede recibir injertos cutáneos para ayudar a que la piel vuelva a crecer y disminuir las cicatrices. Las complicaciones, tales como infecciones en las heridas, se tratan con antibióticos a medida que se presentan.

Prevención

La mejor forma de prevenir quemaduras es tomar precauciones de seguridad cuando se manipula fuego, líquidos calientes o productos químicos. Esto incluye supervisar a los niños mientras se cocina, mientras se bañan y en los momentos en que podrían acceder a una llama abierta.

Pronóstico

Las perspectivas para una quemadura pequeña y superficial son buenas porque raramente dejan cicatriz o se infectan y se curan dentro de los pocos días o semanas. Las quemaduras extensas requieren tratamiento intensivo y la piel suele formar cicatrices.


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