Insuficiencia cardíaca aguda

La insuficiencia cardíaca aguda ocurre cuando el corazón no puede bombear la sangre de forma efectiva para hacerla circular a través del cuerpo de manera repentina. Suele ser una situación de emergencia y se debe revisar urgentemente en una evaluación médica. La insuficiencia cardíaca es una condición común que alcanza principalmente a personas mayores de 65 años. Los síntomas típicos son dificultad para respirar, presión o dolor de pecho y cansancio e hinchazón de los pies y las piernas. El tratamiento implica el soporte de las funciones vitales (respiración y presión arterial) y con frecuencia la extracción del exceso de líquido del cuerpo. Es importante investigar y tratar la raíz del problema del funcionamiento del corazón. El tratamiento de emergencia suele requerir hospitalización y la vigilancia médica cuidadosa. El tratamiento a largo plazo incluye medicamentos y ejercicios de rehabilitación para mejorar el funcionamiento del corazón.

La insuficiencia cardíaca aguda se vuelve más común con la edad, y afecta más comúnmente a personas mayores de 65 años, hombres y mujeres por igual. Las personas que tienen un problema en el corazón o que ya presentan síntomas de insuficiencia cardíaca tienen más probabilidades de manifestar este tipo de insuficiencia. La causa de la insuficiencia cardíaca aguda es un cambio repentino de la capacidad del corazón de bombear sangre para que circule por los pulmones y el resto del cuerpo, lo que provoca que el cuerpo no reciba la cantidad suficiente de oxígeno que necesita para su funcionamiento. Existen muchas causas posibles, pero algunas de las más comunes son ataques al corazón, coágulos grandes de sangre en los vasos sanguíneos e infecciones graves.

Los síntomas típicos envuelven dificultad para respirar, presión o dolor de pecho, sonidos respiratorios inusuales, tos, hinchazón de los pies y las piernas y labios o dedos de las manos azulados. Estos síntomas pueden presentarse por igual en momentos de ejercicio o de descanso, y pueden manifestarse con mucha rapidez.

El diagnóstico se basa en los síntomas y en un examen físico que busca signos de que el corazón está tiene problemas para bombear sangre suficiente. Un electrocardiograma (ECG) y un ecocardiograma (exploración por ultrasonido o ecografía del corazón) muestran la mayor cantidad posible de información sobre cómo está funcionando el corazón. También es necesario vigilar los niveles de oxígeno en la sangre.

El tratamiento suele requerir hospitalización e implica el soporte de las funciones vitales (respiración y función cardíaca) y con frecuencia la eliminación del exceso de líquido del cuerpo. Es importante investigar y tratar la causa de la insuficiencia cardíaca repentina. Los medicamentos juegan el rol más importante en el tratamiento porque reducen la cantidad de líquido presente en el cuerpo y mejoran la capacidad del corazón de bombear y mantener la presión arterial. Otros tratamientos apuntan a la causa de fondo de la insuficiencia cardíaca.

Hacer ejercicio moderado puede ayudar a evitar episodios de insuficiencia cardíaca repentina. Un buen control de la presión arterial y de la cantidad de líquido presente en el cuerpo también puede ayudar a prevenir los episodios agudos. Es recomendable que las personas que tienen insuficiencia cardíaca crónica aprendan a reconocer los signos tempranos de un deterioro en la función cardíaca.

El pronóstico de recuperación depende de la gravedad y de la causa de la insuficiencia cardíaca. Las personas que tienen un problema cardíaco grave probablemente no respondan tan bien a los tratamientos para la insuficiencia cardíaca como las personas con síntomas menos graves. Si bien la insuficiencia cardíaca aguda puede poner en riesgo la vida, la mayoría de las personas que requieren hospitalización por este problema responden al tratamiento.