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Disección aórtica

Escrito por nuestro Equipo de Profesionales Médicos

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Resumen

Una disección aórtica se presenta cuando se desgarra o parte la aorta. Suele ser una emergencia médica. La aorta es el vaso sanguíneo principal que viene del corazón y suministra sangre y oxígeno a todo el cuerpo. Esta condición es más común en personas de entre 50 y 65 años y tiende a afectar a los hombres con más frecuencia que a las mujeres. El síntoma principal es un dolor intenso y repentino que se irradia en el pecho, la parte alta de la espalda o el abdomen que algunas personas lo describen como una sensación de rotura o desgarro. Una disección aórtica requiere tratamiento de emergencia y en la mayoría de los casos cirugía para reparar el vaso sanguíneo.

Riesgos

La aorta es el vaso sanguíneo más grande del cuerpo que va desde el corazón hasta el abdomen. Una disección aórtica se produce cuando se parte o desgarra este vaso sanguíneo. Esto provoca una hemorragia que puede ser menor o mayor, según el tamaño de la rotura. La disección aórtica es más común en hombres que en mujeres y ocurre con más frecuencia entre los 50 y 65 años. Los factores de riesgo que la predisponen incluyen presión arterial alta, fumar tabaco y niveles altos de colesterol. Las personas que saben que tienen una debilidad de las paredes aórticas (aneurisma aórtico) o que han tenido angina de pecho, un ataque al corazón o una embolia cerebrovascular tienen un riesgo más alto de disección aórtica. Las causas menos comunes son el consumo de cocaína y las lesiones en el pecho (accidentes automovilísticos), que pueden hacer presión sobre la aorta y provocar que se desgarre. También se sabe que ciertas enfermedades hereditarias aumentan el riesgo de disección aórtica, como por ejemplo, el síndrome de Marfan y el síndrome de Turner.

Síntomas

Los síntomas de la disección de la aorta pueden ser difíciles de distinguir de algunos otros problemas del corazón. El síntoma principal es un dolor intenso y repentino en el pecho y la parte alta de la espalda. Este dolor puede irradiarse a la espalda, los brazos o las piernas, según la ubicación de la disección. Las personas que tienen una disección aórtica pueden sentir las manos y los pies fríos. También pueden sentir náuseas, dificultad para respirar, sudor, mareo, debilidad y pueden desmayarse, según la cantidad de sangre perdida.

Diagnóstico

El diagnóstico se hace basado en los síntomas y la apariencia de la persona afectada. En una situación de emergencia puede hacerse una ecografía de inmediato para confirmar el diagnóstico. Otros estudios que pueden ayudar a confirmar el diagnóstico son un electrocardiograma (ECG), radiografías del tórax y abdomen, y una tomografía computarizada (TAC) o resonancia magnética (RM).

Tratamiento

El tratamiento de la disección aórtica envuelve realizar una cirugía inmediata para reparar el desgarro del vaso sanguíneo. Suele ser una cirugía mayor y puede ser una intervención de emergencia. Es frecuente que se necesiten medicamentos para reducir la presión arterial a largo plazo para proteger la zona reparada.

Prevención

Un buen control de la presión arterial, reducir los niveles de colesterol, dejar de fumar y hacer ejercicio con regularidad puede ayudar a reducir el riesgo de disección de la aorta. Evitar el uso de cocaína y otros estimulantes también puede ayudar a prevenir algunos episodios de disección aórtica, especialmente en personas con otros factores de riesgo.

Pronóstico

La disección aórtica es una emergencia médica que pone en riesgo la vida. Puede causar por la falta de flujo de sangre a órganos vitales, como el cerebro o los riñones. El control a largo plazo de las personas que tuvieron una disección aórtica es importante para evitar daños posteriores a la aorta.


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